Por qué ya no uso un bullet journal
Durante más de tres años llevé meticulosamente un Bullet Journal. Aunque disfrutaba creando páginas estéticamente atractivas en mi cuaderno Moleskine, lo encontraba laborioso y poco eficiente. Este es el motivo por el que me deshice de mi querido Bullet Journal.
¿Qué es un Bullet Journal?
El método Bullet Journal, desarrollado por Ryder Carroll, es un sistema analógico para la organización de tareas, eventos y notas. Combina elementos de una agenda diaria, una lista de tareas y un diario en un único formato coherente. Normalmente, los usuarios comienzan con un cuaderno en blanco y estructuran sus anotaciones con símbolos y viñetas para indicar tareas, eventos y notas. Un aspecto importante del método del Bullet Journal es su flexibilidad: los usuarios pueden adaptar el diseño y el contenido a sus necesidades específicas, ya sean personales, académicas o profesionales.
Mi experiencia con los Bullet Journals
Mi rutina con el Bullet Journal era bastante sencilla. Cada domingo me preparaba para la semana siguiente, dedicando dos días a cada página. Anotaba el día y la fecha, resaltaba la reunión más importante en la parte superior y, debajo, listaba todas las tareas del día. Las tareas completadas se tachaban, mientras que las pendientes se marcaban con el símbolo ">" y se trasladaban a otro día. Este enfoque incluía también un apartado de notas relevantes para la semana siguiente, que más adelante incluía recordatorios para el mes siguiente. Para gestionar la información más efímera, como listas de la compra o listas de equipaje para las vacaciones, añadía una serie de notas adhesivas en la cubierta de mi cuaderno para acceder rápidamente a ellas.
A pesar de lo gratificante que resulta marcar tareas como completadas en papel, descubrí varias desventajas con mi Bullet Journal. En primer lugar, al no disponer de una versión digital, no siempre estaba accesible. Además, la rigidez del formato en papel resultaba un desafío: en las semanas más ocupadas a menudo se acababa el espacio, mientras que en las semanas más tranquilas se desperdiciaba papel. Buscando una mayor flexibilidad y eficiencia, cambié a herramientas digitales.
Ahora uso Things para mis tareas diarias y Merlin Project para proyectos a largo plazo. Things me ofrece la accesibilidad y la adaptabilidad que necesitaba, permitiéndome gestionar mis tareas sin problemas en varios dispositivos. Merlin Project proporciona funciones avanzadas, como tableros Kanban para la priorización de proyectos y diagramas de Gantt para la planificación detallada. Estas herramientas han revolucionado mi forma de trabajar y han aumentado mi productividad y eficiencia.
Cambiar de un cuaderno físico a herramientas digitales me permitió recuperar el tiempo que antes dedicaba a crear páginas del diario, de modo que ahora puedo seguir centrándome en completar tareas y en alcanzar objetivos. Durante los primeros días con mi Bullet Journal, me emocionaba diseñar la semana entrante, pero con el tiempo se volvió tedioso. He cambiado mis métodos y ahora soy más productivo que nunca.
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