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¿Qué es un cuadro de mando integral?

El Balanced Scorecard (abreviado: BSC) o cuadro de mando integral es un término en inglés para una hoja de informe balanceada. Es principalmente un concepto para medir y documentar las actividades de una empresa con respecto a la visión y estrategia de la empresa y, por lo tanto, es un instrumento de gestión estratégica.

El modelo se describe como equilibrado porque combina diferentes perspectivas: la perspectiva financiera, los procesos internos de negocio, la perspectiva del cliente, el aprendizaje y el desarrollo. Estos elementos ayudan a la toma de decisiones empresariales. Los factores de influencia externos e internos, orientados al pasado y al futuro, así como los factores blandos y duros (por ejemplo, los indicadores cuantitativos frente a los cualitativos) pueden ser considerados de manera uniforme por esta representación de múltiples niveles. De esta manera, garantizan una inclusión justa de toda la cadena de valor. En cada una de estas áreas, se examinan los parámetros relevantes para la estrategia y la visión y se comprueba su rendimiento. Cada área individual se subdivide en objetivos, ratios y medidas de optimización.

La perspectiva financiera cuestiona si la implementación de la estrategia promete una ventaja financiera para la compañía. En particular, el valor añadido económico (VAN) es un indicador importante para mejorar el rendimiento de los fondos propios de una empresa. Los indicadores financieros proporcionan a las demás perspectivas una base de indicadores de rendimiento cuantitativos e internos. Se orientan hacia el pasado, ya que deben basarse en valores ya existentes, como el último volumen de negocios anual de un departamento.

A través de los procesos empresariales internos, la atención se centra en los ratios de toda la cadena de valor de una empresa. Por consiguiente, se trata también de parámetros internos que, sin embargo, no tienen que orientarse necesariamente hacia el pasado en comparación con las perspectivas financieras. Algunos ejemplos de ratios son los costes de fabricación y de aprovisionamiento, el tiempo de desarrollo del producto, pero también el éxito de una actividad de marketing (por ejemplo, el número de revistas de la empresa que circulan externamente) y el tiempo de respuesta para las reclamaciones de los clientes.

La perspectiva del cliente conecta a la empresa con los clientes. De este modo, la hoja de evaluación se complementa con un factor de influencia externo: el cliente. Esto plantea la cuestión de qué segmentos de clientes y de mercado deben considerarse como el objetivo de las actividades de la empresa.

La última perspectiva - aprendizaje y desarrollo - está fuertemente orientada al futuro. Por lo tanto, se tienen en cuenta todas las medidas e inversiones en el futuro de la empresa. Esto incluye sobre todo el desarrollo de los empleados.

El cuadro de mando integral se puede crear en cuatro pasos:

  1. desarrollo de la estrategia y la visión
  2. reorientación estratégica de la empresa y comunicación de objetivos
  3. Crear objetivos y hacerlos tangibles a través de objetivos intermedios.
  4. construir procesos de retroalimentación y aprendizaje para la mejora iterativa

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